Juegos refrescantes para el verano
Descubre juegos refrescantes para el verano y cómo crear propuestas lúdicas que enganchan. ¡Un dos en uno!
En estos días de calor, quiero compartirte uno de los juegos que siempre se repiten en nuestros veranos desde hace años y también cómo, con imaginación, puedes invitar a prolongar ese momento de juego de una forma especial y sorprendente.
Pero este no será un post de actividad y listo, en este post quiero acercarte mi forma de plantear las propuestas lúdicas en casa para que tú, en la tuya, puedas plantear aquellas que vayan bien a tus hijos e hijas.
Así, tendrás dos líneas de lectura. Por un lado, si sigues leyendo el post normalmente, descubrirás cómo lo hago. Y por otro lado, si vas leyendo los pies de fotos, tendrás los pasos que seguí para hacer estos juegos refrescantes de verano. ¡Escoge la línea que más te guste y disfruta!
Vamos a empezar entendiendo de forma básica qué es una propuesta lúdica para mí:
Una propuesta lúdica es una invitación a explorar las posibilidades del juego a partir del material/espacio que presentamos, siendo el proceso el momento más valioso y no el resultado final. Así, una propuesta lúdica es abierta y está en constante creación porque evoluciona conforme el proceso lleva a explorar unas u otras posibilidades de la mano de la creatividad del niño y la niña que lo vive.
En ese caminar de la propuesta, que ya será un proyecto particular del que lo está jugando, podemos nosotros como adultos presentes, dar aire fresco, reavivar el goce creativo abriendo nuevas posibilidades sin interferir el juego. Si lo vemos necesario.
Es cuestión de observar el desarrollo del juego e ir disponiendo nuevo material que complemente y sume al juego exploratorio hasta que el proyecto lúdico cesa de manera natural, saciado de significado y placer.
Con esta idea en mente, vamos a pasearnos por los tempos de esta propuesta de juego refrescante para el verano que hoy te acerco.
Juegos refrescantes para el verano
Para seguir los pasos y hacer la actividad, sigue los pies de fotos. Ahí te explico lo que fuimos haciendo. Si quieres inspirarte en cómo crear esas propuestas, sigue leyendo más abajo…
Estar abiertos a las posibilidades
El entorno cercano con sus elementos cotidianos nos ofrecen un sin fin de posibilidades de juego igual que la naturaleza y los elementos que encontramos en ella.
Es cuestión de estar abiertos a descubrir esos elementos, pensar en posibles combinaciones y posibilidades sin cerrarnos, sin prejuicios ni prever nada.

Seleccionar elementos complementarios de juego
A partir de ese material que escogemos, evaluamos ideas, tenemos en cuenta los gustos de nuestros niños y niñas, su motivación y desarrollo de habilidades motoras así como las circunstancias ambientales (si hace calor, frío, la estación del año…)
Preparar la invitación al juego
No hace falta ni mucho espacio ni muchas cosas que hacer, simplemente un continente y un contenido ordenado de forma armónica para que invite a curiosear.

Y por nuestra parte, dejar de lado las expectativas y las voces del ego porque es en ese momento donde entregamos nuestra parte para que las manos creativas bailen o ni siquiera acaricien nuestra propuesta.
Esto puede pasar. Esto puede ocurrir y ahí te has de repetir que:
En el juego no hay dueño, no hay posesión ni lucha sino flujo.
Si no fluye es que no fue. Y no pasa nada. Escribirlo es fácil, pero este tema daría para un post entero que ahora no crearemos…
Dar tiempo al juego
En el caso de que la curiosidad llame al juego con el material, nuestra presencia es un simple reflejo del permiso y la seguridad. Y nuestro papel, el de observadores pacientes y silenciosos. A la vez que asistentes que mantienen limpio, seguro y agradable el espacio de juego.

Toda propuesta tiene un tiempo, con una serie de pasos recurrentes que tampoco trataremos hoy. Pero lo que sí es fundamental es DAR TIEMPO para que se desarrolle el juego.
Sin tiempo no hay posibilidad de crear un proyecto lúdico personal. No hay tiempo para explorar las posibilidades de los materiales, de las habilidades personales, de las conexiones creativas…
Es ahí cuando el niño y la niña se abren dejando aflorar su esencia y descubriéndose a ellos y ellas mismas.
Descubrir el tempo de la propuesta
Con tu observación podrás ir viendo cuando el entusiasmo va decayendo o cuando la propuesta se desborda poniendo en riesgo la seguridad personal, por ejemplo.
Nuestro instinto es el de intervenir redirigiendo verbalmente la actividad, poniendo límites a las acciones inapropiadas, etc.
Pero si te acostumbras a descubrir los tempos de las propuestas, podrás prever cuando es el comienzo de todo eso y, sin necesidad de intervenir el juego, podrás cambiar el rumbo abriendo nuevas posibilidades al juego.
Reavivar el goce creativo abriendo nuevas posibilidades
Cuando el tempo esté en su fase de caída, podemos reavivar el juego introduciendo nuevos materiales que enriquezcan ese juego.
Con la observación que has realizado de la propuesta hasta ahora, podrás deducir por dónde van los intereses del juego. A partir de ahí, busca materiales cotidianos que puedan ser inspiradores y acércalos sin decir nada; dejándolos cerca del lugar de juego…





Algunas veces, cuando propongo material nuevo, me gusta probarlo a mí y hago una pequeña intervención en la propuesta sin decir nada. Es una forma de inspirar y ver cómo podría usarse ese material, como encender una pequeña llama que dará lugar a una mayor curiosidad. Pero siempre manteniendo abiertas las posibilidades y variedades.
Recuerda:
Despégate del resultado y disfruta del proceso.
Fin de la propuesta lúdica
Llega un momento en que el interés decae.
De forma natural, el juego cesa.

Queda guardar el material utilizado, conservar aquello que pide ser conservado y agradecer (cada uno en su interior), el momento disfrutado.
Así, de forma rápida y resumida, es mi forma de entender las propuestas de juego en casa y en los espacios donde los creo.
Deseo que hayas disfrutado del camino, que te haya inspirado y, si no te interesa tanto la parte de creación de la experiencia, te haya gustado la actividad para hacer con tus hijos e hijas.
Desde aquí, te deseo un feliz juego.
Abrazo grande,
Yessica