Reflexiones en voz alta sobre las vergüenzas adultas y cómo los niños nos ayudan a superarlas, acercándonos a nuestro niño interior. Y para ello el juego es nuestra mejor medicina… Ahora se acerca una gran oportunidad para superar algunas… ¿Jugamos a disfrazarnos? Aquí tienes 20 disfraces para toda la familia con los que comenzar a superar vergüenzas, reír y disfrutar en familia.
Tener un hijo te cambia la vida, quieras o no quieras, es así. No duermes igual, no comes igual, no vistes igual, no te pienas igual (más que nada porque no te da tiempo) y podríamos seguir con muchos más cambios pero estoy segura que ya te han venido muchos a la cabeza sin necesidad de nombrarlos… Es lo que tiene ser padre, empatizamos enseguida!!
Pero también te cambia por dentro y ya no te hablo del amor nuevo que descubres, que es lo más, sino de otros tipos de cambios… Cantas a todo pulmón canciones infantiles como si fueran los mejores éxitos del pop actual, bailas de la mano de tu hijo mientras esperas que se ponga verde el semáforo, te compras unas botas de agua porque tienes unas ganas locas de saltar los charcos… ¿O no?
También va a carácter de cada uno, eso es verdad, pero nos cambian y sobre todo nos cambian prioridades, prejuicios y vergüenzas que teníamos afianzadas desde no sé cuando. Y cambian porque nos abren los hijos y llegamos a hacer cosas para y con nuestros hijos que, al dejar de ser niño, nunca hubiéramos imaginado volver a hacerlas..
Yo soy payasa de naturaleza, pero en la intimidad. Chispita me llamaban en casa… Así que me apunto a un bombardeo, más si es para y con niños. A pesar de eso soy muy vergonzosa con gente que no conozco. Pero durante todo este tiempo de ser madre he aprendido a relativizar las vergüenzas y a superarlas (sobre todo si voy con ellos y con mi pareja, otro gran maestro del arte de sociabilizar).
Y te voy a poner como ejemplo de superación de vergüenzas algo tan sencillo o no, como es el hecho de disfrazarse. Bueno disfrazarse y salir a la calle disfrazado… A algunos esto no les da vergüenza pero sé que a muchos sí. Así que te pondré un ejemplo mío para explicar cómo los niños nos ayudan a superar vergüenzas…
Yo soy payasa, ya te lo he dicho, así que disfrazarme es algo que me gusta, me hace encontrarme un poco más niña!! Pero salir a la calle así, no es tarea tan fácil…
Recuerdo ese día como si fuera hoy… Mientras mi hijo se ponía el disfraz con el padre, yo me metí en el lavabo a escondidas con las pinturas e improvise. Hacía dos años que éramos padres e íbamos a vivir su primer pasacalles de carnaval en el barrio… ¡Qué mejor ocasión!!
Pues cuando salí del lavabo con mi cara pintada y la peluca puesta fue alucinante ver la cara de mi hijo. Ojos muy abiertos, inseguro y descolocado al principio pero en cuanto me reconoció: feliz!! Corrió a abrazarme y estuvimos un rato riendo. ¡Qué mejor recompensa!!
No sé qué es lo que habrá pensado… pero para mí fue como una conexión con él y, sobre todo, conmigo misma porque ese carnaval lo disfruté como un niño. Disfruté volviendo a recordar esos momentos en los que uno deja de ser uno y se convierte en otro personaje, para experimentar, para observar, para sentir y disfrutar… No había muchos adultos disfrazados a excepción de los que estaban haciendo el pasacalles, por lo que muchas miradas recaían en nosotros… Llegó un momento en que nada importaba, mi vergüenza se había ido para dejar entrar la alegría y la felicidad… Lo verdaderamente importante.
Esa tarde cantamos, reímos, bailamos, saltamos… Sola no hubiera podido hacerlo, pero con él lo hice; y ya no tanto «por él», sino por mí, porque muchas veces nos podemos estar perdiendo cosas divertidísimas que hacíamos antes y hemos dejado de hacer por vergüenza, por el qué dirán…
Disfrazarse es sólo un ejemplo de aquellas pequeñas vergüenzas que tenemos ancladas. Todas válidas, pero no sé hasta que punto tan bien fundamentadas…
Quizás si nos soltáramos más, si dejáramos fluir más nuestro día a día y empezáramos a mirar poco a poco con ojos de niño, nuestros días serían más divertidos, más aventureros y arriesgados, más intensos e improvisados… En definitiva, más vividos y compartidos!!
Sólo es cuestión de intentarlo, de no ponernos tantos obstáculos, de observar cómo lo hacen ellos y aprender, porque son grandes maestros… Puede ser que lo pasemos mal en un primer momento pero si le miras a los ojos y ves felicidad en ellos, ahí no habrá nada que te pare. Ahí habrás superado cualquier barrera.
Nosotros los años siguientes continuamos disfrazándonos. Este año me guardo un rato para hacerme un disfraz sencillo, cualquiera que me haga volver a recordar esa vergüenza superada, que me vuelva a conectar con mi niña interior y sobre todo que me haga reír de mi misma y en familia. Porque la vergüenza ya estará superada pero quiero seguir disfrutando y conseguir uno de nuestros propósitos familiares para este año: Reír mucho más!!
No sé si te he movido algo interiormente, pero si este año te apetece experimentar algo parecido a lo que me pasó a mí, te comparto 20 ideas para disfrazarse toda la familia. Que no tiene por qué ser temático sino que cada uno puede ir a su gusto también, pero todos a una!!
¿Te apuntas?? Nosotros ya estamos en ello!!
Disfraces para familias con bebés
Payasos / Up / Submarinistas / Wally / Araña bruja / Circo / Pulpo / Apicultor / Esqueleto con bebé
Disfraces en familia
Mago e Oz / Vikingos / Donde viven los monstruos / Peter Pan / Mimos / Animales marinos
Ricitos de oro / El Rey y el dragón / El espacio / Matrioska / Star Wars
Y no sé si este último ejemplo será el que hagamos finalmente o no, lo que sí se es que ya estamos disfrutando de los preparativos! La vergüenza, la dejamos para otra ocasión, la cual espero estar bien acompañada para que el momento se convierta en alegrías!!
Y a ti, ¿te hacen perder la vergüenza tus hijos?
Quizás te interese: